domingo, 23 de noviembre de 2014

Y pa' variar, otro blog.... PROXIMO EPISODIO EN UNAS HORAS.

¡Heiyo'! ¿Que tal mushashos? :3 Aqui ta el nuevis blog:

Una critica objetiva

Si, si, ya se que ya hice un blog anteriormente y que ya tengo muchos xD Pero bueh, estoy en eliminacion de vaaaaarios blogs que ya estan inutilizados (ya van unos tres y estoy indecisa con otros cuantos...) asi queeee, los que se quedaran son:

*Melii Rose Life's (Este)
*En indirecto con Panchita Perricornio (El nuevo)
*Una critica objetiva (El mas nuevo, del que vine a hacer SPAM 8D)

Lo que estan mas salvables, pero aun ligeramente en la cuerda floja, son:

* Las aventuras de Sonic y sus amigos
* LaS LoCuRaS De Mi HeRMaNo Y Yo :3
* Preguntas Locas :B Y entrevistas desquiciantes n.n xD (Este peligra mas que nada. Vere como hare para salvarlo, pero posiblemente sea completamente reemplazado por el de Pancha)

Los otros estoy en proceso de eliminacion, diganme en los comentarios que opinan sobre los otros a ver si los preservo uvu

No me linchen, ya se viene el proximo capitulo, piedad :'v (? En unas horas lo paso, ahora estoy con una amiga y su bebe recien nacidito, dawwww <3

¡Ah! Como una ultima cosa aviso: Desde ahora me dicen Pancha, Pansha, Pansheta, Panchita, o como sea, pero NI MAS CON EL MELII. Juro que siempre me ha caido mal ese seudonimo, yo no soy Melii chicos xD Tampoco quiero que me digan con mi nombre real porque... porque ño(? Es que tambien me fastidia cuando escucho a alguien que no cree que es mi nombre real y cree que es porque soy fan de Amy Rose a morir e_eU (Lo cual no esta en lo incorrecto(? pero bueh, pos friega :v)

 Asi que eso es todo. Se despide, Pancha Perricornio o/

martes, 18 de noviembre de 2014

¡BLOOOOOG NUEVOOOOOOOOOO! (Se, otro pa la coleccion)

Antes de que me maten, aviso que el proximo capitulo QUE YA ESTA TERMINADO se viene si o si el fin de semana :v Ahora si, a comenzar con el SPAM BD


Creo que el URL del blog explica mas de lo que yo podria explicar e_e ¡ENTREN! 8D

Les aseguro, si amaron Las locuras de mi hermano y yo, El programa de entrevistas, las aventuras de sonic y sus amigos, DBZ y todas las mencionadas anteriormente, ¡amaran este blog! -Pero DBZ no es tuyo D:- -le tira un pepino(?- Dije, LO AMARAN.

Lean c:

martes, 11 de noviembre de 2014

EPV2-46: [Memorias del pasado] La rosa mas blanca, herida por sus propias espinas. (Parte 2)

Heeeeeeeey de nueviiiiis o7o Aqui vengo con la continuacion mosha que no estaban esperando pero me da igual, es mi blog y se aguantan <3 (?) Como al final me dijeron que si querian continuacion se las dejo larga, porque no quiero andar fregando con tercera o cuarta parte e3e Y bueno, parece que ya todos creen saber quien es el narrador... muerganos, cagaron mi germosa con G incognita q7p (?) Bueno bueno, si, si es la oscuridad, condenados eneU Pero al menos creo que los tengo preguntandose una que otra cosa, ¿no? xD Bien, como sea. Cindyyyyy el cap \o3o/
Simon: ¡No hasta tener mi dibujo como dijiste! D:<
Yo: Ay, cashese, que pa' fregar no lo pago >:Y
Simon: Por ultima vez, el dinero de Monopoli NO ES DINERO REAL ='_'= (?)
Yo: ¡Y vos no sos real! Asunto resuelto. c: (???)
Simon: Maldigo a la lógica, ¡la maldigo! >A< -le da al capitulo-
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Ya habia pasado el tiempo de casados. No pasó mucho, hicimos algo pequeño como queria, aunque Maribel insistió en algo grande pero había logrado convencerla, apenas vino una parte de su familia, una muy pequeña por cierto. No fue gran cosa ya que incluso falto Clarisse, aunque era de esperar, por lo que no pude verla por última vez. O eso pensé.

En fin, más tiempo después de eso había pasado, un solo año mortal exactamente. Tiempo en el que pasaron varias cosas. Como el descubrimiento de algo más terrorífico que mis ataques, por ejemplo.

Me encontraba en un día ligeramente soleado, sentado en un sofa y con mi reciente esposa alado. Hablábamos, como siempre, sobre algo que nos hubiera pasado. O lo que a ella le había pasado, más bien. En ese tiempo estuve mal ya que no sentía el pie y decidí quedarme en cama, por lo que no hacía mucho afuera.

- Y entonces me dijo que se conformaría con amistad, como siempre. -dijo ella como si fuera algo de siempre, y lo era, tomando un jugo.

- Auch. ¿Ser casada te da derecho a ser cruel? -dije riendo un poco, pero, aún así, diciendolo de verdad. Me preguntaba a cuantos habia metido en la famosa friendzone o si seria algo relacionado con su poder, como las variaciones de actitud.

- Con un esposo como tú, sí. -sonrió con algo de sonrojo, feliz, luego suspiro- ¿Cuanto ha pasado? ¿Un mes?

Un año, pensé- Quizas. Ha sido un buen mes, supongo. -sonreí. 

- Ni tanto. -resopla su mecha, algo frustrada- Mi marido es un difícil. Nunca hemos hecho nada.

- ¿Eh? ¿A que te refieres? -yo sabía a que. Lo sabía perfectamente. Solo no deseaba hacerlo.

- Ahm... -se sonrojo- ...y-ya sabes. Esto y aquello, las abejitas con las flores, eso.

-Ah, sexo.- dije directamente.

Se atraganto con su jugo de sorpresa y me miro como si hubiera dicho la peor de las vulgaridades. La verdad quería ver su reacción desde que vi su vergüenza porque imaginaba que sería graciosa, asi que solo me rei.

- ¡N-no te rias! -gritó con vergüenza- E-es normal que lo quiera. Por eso me case contigo. 

- ¿Por sexo? Pervertida. -rei otro poco en broma.

Esperaba que me mirara enojada o dijera algo como "Bueno, ¡no importa! Mejor te hablo de mi quincuagésimo nuevo amigo-amorosamente-rechazado de este mes, ¡yay!", pero no. Se levanto de golpe y se acerco a mi, luego se sento a horcajadas en mi regazo y me miro a los ojos.

- No. -susurro y se acerco- Me case contigo porque te amo, ¿sabes?

Mierda, mierda y triple mierda. Esto no iría bien, para nada. No es que esto fuera raro, por eso de estar casados, ni que ella no fuese bonita pero, ¡no quería! Tan solo con besarla me hacía sentir mal, ¿que sería con algo como esto?

- Maribel, por favor, luego, quiza. Ahora me duele un poco la cabeza, y eso. -dije, siendo lo primero que se me vino a la cabeza despues de escuchar decir que las mortales siempre lo decian en estos casos.

- ¡Siempre te duele algo! -grito, frustrada, y luego me vio con ojos necesitados- Te amo, Dark. Por favor, no me hagas esperar más, ¿o acaso no soy tu esposa?

- Sí, pero... - dije, luego pensé, pensé, y pensé. Nada. No había excusa que encontrará valida para esto.

- ¿Pero que? -preguntó- ¿Es que no te gusto acaso?

- Claro que me gustas. -no era una mentira completa, me agradaba como persona.

- ¡Entonces no des tontas excusas! -gritó de nuevo, notablemente herida, luego me vio llorosa- ¿Por favor? 

Dolía ver esos ojos, dolía demasiado. Saber que ella me amaba tanto como para verme con esos ojos solo a mi, con esa calidez tan inmerecida, me hacía querer hacerla feliz pudiendola corresponder. Asi que, como otras tantas veces, decidi mandar a volar mi moral. O almenos intentarlo. Sobra decir que ya habia fallado antes con eso.

Cogi su cara con una mano, aguantando un desganado suspiro- Si en verdad lo quieres, lo haré.

- Quiero -aseguro en un susurro, cubriendo mi mano con la suya-. En verdad lo quiero.

Su voz simplemente no dejaba de hacerme sentir peor. 

Entonces rápidamente, como cuando los mortales se ponían inyecciones para evitar el dolor, la bese, intentando hacerlo lo más profundo posible para que eso solo acabara. Imaginándome en otro escenario para pasarlo, aunque ella parecía disfrutarlo.

Nos acostamos en el sofá, en ese beso tortuoso. No es que no besara bien, de hecho besaba tan bien que me hacía dudar de eso de "tú fuiste mi primero", pero solo no me gustaba. Sin embargo, tenía la sensación de que algo en mi si lo hacía y eso me hizo sentir alivio. Alivio que fue breve, de sólo un segundo, antes de sentir pánico.

De pronto, sentí mi cuerpo entumecerse y luego no sentí nada, ni siquiera el dolor habitual cuando pasaba esto. ¿Así se siente el sexo? pensé, valla estafa, y esto le gusta a la gente.

Entonces escuche un grito. Maribel. Luego una voz, una voz familiar. La voz.

Luche para salir de donde sea que estuviese metido, fue entonces que sentí el acostumbrado pero inaguantable dolor, luego escozor en la cara. Una cachetada. Otro grito. Más dolor.

Me mantuve luchando y dolía, dolía cada vez más. Desee tener algo como la calidez de los abrazos de Clarisse para ayudarme en esto, hasta que, al final, lo logre.

Yo me encontraba en el sofá con la mejilla derecha irritada. Maribel, que estaba sentada en el suelo con una buena parte de su ropa rasgada, me miraba impactada. Miedo iba y venía de esos ojos azul claro.

Finalmente, logro hablar.- Dark... -intento sonreir- ...si te gusta el sado me puedo acostumbrar, solo tenias que decirlo. -logro decir, con una voz algo temblorosa.

¿Ha dicho sado? pensé, aunque casi no preste atencion a eso porque yo sabia bien que no se relacionaba para nada con el sado lo que habia pasado.

No hable, el miedo no me dejo. Pero supongo que lo noto porque luego rio un poco, como siempre en su modo de intentar mejorar la tensión aunque aun me viera con temor- ¡H-hey! ¡Calma! No me hiciste daño, a-ademas podria decir que me gusto ese truquito tuyo de cambiar el color de tus ojos, ¿como lo hiciste? -pregunto, para incluirme en la conversación. Ella no sabia que eso mataria toda gana de charlar de inmediato. Yo no sabia ningun truco para hacer eso.

Solo sonrei falsamente- Te enseño luego, tal vez. Pero, por ahora, quisiera descansar. Puedes ir a una de tus fiestas, si quieres.

No se si fueron mis palabras, mi mirada o el miedo que ella aun parecia tener, pero no renegó. Asintió, cogio alguna sudadera del piso y se fue cubierta por ella.

- Que descanses. -sonrió, antes de cerrar la puerta e irse.

¿Descansar? Eso sería lo último que haría.

◆◆◆¤◆◆◆

Pasaba más tiempo, tan solo unos tres meses mortales de lo ocurrido. Algo malo parecía pasar con mi cuerpo: toda mi pierna izquierda estaba completamente inmovilizada, una pequeña parte de mi otra pierna empezó a perder movilidad y no sentía el pulgar ni el índice de mi mano izquierda. Por supuesto estaba preso en cama, pero Maribel me hacía compañía siempre que estaba en casa y me hablaba de sus recientes amistades. Ósea, siempre tenía algo nuevo que contar.

- ... y entonces yo le mostre mi anillo y puso una cara que debiste haber visto, ¡fue tan gracioso! ¡Incluso sus amigos se rieron! -rie al recordar.

- Ya lo creo, pobre chico. -riendo un poco tambien.

- Ni tanto. Es todo un casanova que se aprovecha de su estatus social -gruñe un poco al recordar y se encogió de hombros-. Pero es simpatico, al menos.

- ¿Se aprovecha de su estatus? Ya veo, asi que un rico te puso el ojo, ¿eh? -bromee.

Nego.- Un principe -dijo, orgullosa-. Muy guapo, claro. -se revoloteo el pelo fingiendo ser una de esas chicas presumidas, en broma. 

Silve en asombro.- ¿Principe? ¿Rechazaste a un principe?

Nego de nuevo.- Peor, friendzone. 

- Un principe, guapo y casanova, en la fria friendzone. Debio ser un duro golpe a su orgullo. -levante una ceja, impresionado.

- Meh, ya he rechazado a príncipes antes. Mi vida ha visto ir y venir chicos, aunque siempre son insistentes. Pero no importa -me vio y sonrío-, yo estoy felizmente casada.

Sonreí, con toda la carga de culpa que ya me estaba acostumbrando a tener por escucharla decir eso. Luego cambie el tema, como siempre.

- ¿Y te has visto con tu familia? -

- ¡Ah, si! -exclamo, parecia haber recordado algo- Con papá, te manda saludos y que te mejores. -sonrió.

- ¿Y tu hermano o... tu hermana? -solte, algo dudoso. En verdad queria saber.

Por un instante su cara parecio abatida, luego sonrio de nuevo aunque con menos animos- Ambos bien.

- Me alegro. -sonrei con sinceridad. Cada vez que escuchaba que Clarisse estaba bien me recorría una sensación de satisfacción en mi interior.

Me vio de nuevo con unos ojos algo abatidos, pero luego bostezó.- Bueno, fue agradable charlar -dijo y se recosto en la cama a mi lado-, pero estoy cansada -me dio un pequeño beso-. Buenas noches. -sonrió.

- Eh, Maribel, ¿no habiamos acordado que dormirias en el sofa? -si, se que sonaba mal. Queria ir yo al sofa pero ni Maribel ni mis extremidades me lo permitieron, asi que, por el bien de mi pie, ella tenia que ir al sofa, que no era tan incómodo igual asi que no se quejaba.

- Pues hoy no -dijo y se abrazó a mi-. Esta noche quiero dormir contigo -me vio con cierta tristeza en su sonrisa-, sin trucos.

Suspire y sonrei un poco para no hacerla sentir peor- Bien, pero cuidado con mi pierna, ¿eh?

- Tu descuida, la pateare con cuidado. -sonrió.

- Ah, me alegro que tengas cuidado al patear mi pierna. Vieras como eso me calma. -ambos reimos juntos. Era divertido estar así con ella.

La abracé, tambien. El estar abrazados era lo unico que podia hacer sin sentirme mal o culpable y, más bien, me sentia a gusto. Podía decir que sentía a mi esposa como mi hermana y no como mi amante, pero eso no se lo diria a ella.

Paso un tiempo de abrazarnos calidamente, cosa que si me dio un pequeño pinchazo de culpa, y luego nos dormimos. Era todo tan comodo y grato que no imaginaba que fuera a pasar lo que paso.

Estaba en un cuarto oscuro, no veia nada pero podia sentir lo que pasaba al rededor. Primero, yo estaba sentado en una silla algo astillada. Segundo, tenia una cadena en mi pierna izquierda, bien sujeta. Tercero, no estaba solo.

De pronto, se prendio la luz y vi a un encapuchado ante mi, que era quien había prendido la luz.

- ¿Quien eres? -mi voz se oyo como un susurro. De pronto me sentía débil.

El encapuchado no respondió, sin embargo sonrió. Una de esas sonrisas que parecía que fuese a deborarte, en el sentido literal.

Trague saliva- ¿Que hago aqui? Estaba con mi esposa y de pronto... ¿es esto un sueño o algo? -pregunte dudoso de lo que pasaba.

- Yo diría pesadilla. Para ti, por supuesto, pero llamalo como quieras -conocia esa voz, de pronto tuve miedo. Luego se acerco lento pero seguro a mi, quedando a corta distancia-. Además, no importa, ¿cierto? Igual no haras nada con ella, aunque sea tu mujer. Patético. -dijo, escupiendo lo ultimo como si yo fuera basura.

- Oiga, quien sea usted, ¿que derecho tiene a criticarme? -sonaba con algo de irritacion justificada en mi tono de voz.

Rie un poco- ¿Que mundo es este en el que no te puedes criticar a ti mismo?-

Lo mire confuso y, como respuesta a mi mirada que no vio por su capucha, se quito la prenda de la cara dejando ver algo shockeante. Era yo, con la unica diferencia de tener ojos de un color rojizo en vez de amarillos como los mios.

- ¿P-pero qué? -exclamé en un susurro sorprendido.

- Un gusto, yo. He querido hablar mucho contigo, ¿sabes?- sonrió con malicia. 

Se acerco lo suficiente a mi para abofetearme. Era sorprendente que siendo un sueño, o pesadilla, doliera como lo hizo. 

- ¡Ah! -exclame con dolor- ¿Y eso por qué fue? -lo mire entre sorprendido, irritado y temeroso.

Otro golpe, esta vez cai. El se arrodilló frente mio negando con su dedo.

- Oh no, Darkeus, ¿cuál es la ley número tres? No cuestionar, no pedir razones, ¿cierto? -dijo en tono ironico de reproche, pero con esa sonrisa maliciosa pegada a su cara- Sin embargo te lo dire, porque soy un ser piadoso -se levantó, riéndose de su propia broma a lo bajo-. He estado demasiado tiempo aquí. Encerrado. Diría que desde que cumpliste unos, ¿qué? ¿Ciento cuarenta? pero siento que sería mentirte ya que mi memoria va más atrás de eso, por lo que se siente más tiempo.

Apareció una silla a su lado y se sentó, dándome a saber que, por más que esto pareciera real, no estaba nada más allá de un sueño. Uno aterrador y, de algún modo, doloroso.

- Veamos, primero necesito un nombre para que sepas a que temes, ¿no? -se puso pensativo- Darkeus no, ese es tuyo. O nuestro, como quieras decir. Y no quiero que me digas "tú" u "otro yo", es muy corriente, ¿no crees? -pensó un momento en silencio, luego suspiró-. Esto es más difícil de lo que parece.

Solo lo veía. Aun con el miedo, me había fijado en que tenía facilidad con el habla y cierto carisma. No es por presumir pero eso me hizo saber que el podía en realidad ser otro yo, porque obviamente dudaba de su palabra hasta cierto punto.

- Primero -logre decir con algo de miedo, levantándome con cierta dificultad por mi pie aferrado al suelo-, ¿quién o... qué eres tú?

- Abajo -cadenas me aferraron al piso para parecer arrodillado ante él y me miro-. ¿Qué soy yo? -se acercó- Hmm, buena pregunta. Digamos que soy la oscuridad en tu aparente perfecto corazón. -dijo con tono burlón, luego se dio cuenta de algo y giro la cara- Hm, soy la oscuridad en tu corazón. La Oscuridad. Si, ese nombre me gusta -me vio-. Esa es tu respuesta, soy La Oscuridad.

- ¿Q-que quieres entonces? -tartamudeando un poco por la falta de aire que provoco el golpe de mi pecho contra el suelo.

- Muchas cosas -respondió directamente-. Liberación, la cosa que más quiero. Después poder, respeto y demás cosas. Ya sabes, lo típico. -se encogió de hombros.

Lo oí hablar, como alguien normal, y pensé quizá no es tan malo. Entonces decidí que quizá pudiera negociar con él, algo como el cuerpo es mío un día y al otro tuyo. Claro que algo habría que hacer para acabar con esa ira suya, pero nada que, en ese momento, pareciese imposible.

- Hey -dije al fin-, eh, yo pensaba, tal vez, podría hacer algún trato contigo, ¿qué crees?

- ¿Trato? -me vio curioso.

Asentí. - Si, algo como una semana tu tienes el cuerpo y yo la siguiente. Y así, ahm, acabar con los ataques y eso, ¿no? Incluso podríamos hacer algo con...

- Ja -solto, interumpiendo-. Ja ja... ¡Ja ja ja!

Empezó a reír, no de un modo gracioso sino más bien de uno siniestro, lo suyo parecia ser lo siniestro. Esa risa fue suficiente como no, aunque, por si fuera poco, aún faltaba.

- Abajo -las cadenas me apretaban más y solté un grito ahogado, mientras el veía a otro lado aun riendo- ¿Tú no sabes nada de ti mismo, Darkeus? -me vio, divertido- Eres el rey del engaño y la mentira, ¿te sorprende que pueda actuar tan hipócritamente como tú? ¡Pero qué cosa!

Obviamente, me ofendí.- Yo no miento.

- ¡Qué no! -exclamó riendo y empezó a contar con los dedos- El decir que quieres a tu padre y no lo odias, decir que te agrada tu madrastra frente a otros, que amas a Maribel, que te importa un bledo Clarisse, que eres más feliz que una postal de navidad en tu matrimonio y que no te duele como el demonio estar casado con la mujer equivocada... -me vio y levanto una ceja, ciertamente divertido- ... ¿sigo?

Bien, me había ganado.- Yo... lo hago para no herir a nadie.

- Aja, te creo -dijo sarcástico-. Yo, por mi lado, no soy tan lame-suelas como tú. Y quiero libertad -se acercó-. Y poder -cogió mi barbilla, viéndome a la cara, y susurro con esa sonrisa maliciosa suya-. Y la tendré, Dark, lo haré. Con tu hermosa y no apreciada esposa en ello. Yo, a diferencia de ti, si me doy cuenta de lo deseable que es. -dijo, mostrando una sonrisa lujuriosa.

- Ni muerto te dejaría. -lo mire con cierto desprecio por sus anteriores ofensas y su nueva amenaza.

Río de nuevo fuertemente, luego me vio de nuevo.

- Falta poco, muy poco. Ni siquiera la preciada aura de tu esposa te va a salvar -río otro poco-, ¿crees poder contra mí? Cuando recuperes la movilidad de tu pierna te creeré.

Vi mi pierna que desde un principio estuvo encadenada y, de pronto, comprendí todo. Aquello que tenía no era una enfermedad.

- T-tu... -solté casi como un susurro sorprendido.

- ¿Sabes? Me encantaría hablar toda la noche -dijo-. Pero una chica me espera y, de paso, una forma de demostrarte lo capaz que puedo ser de hacer lo que yo quiera. -sonrió y desapareció.

Sentí un escalofrío ante esa amenaza, justo antes de que las cadenas se hicieran fuertes. Ya no había silla. No había luz. Ahora sí estaba solo. Silencio, había un gran silencio escabroso.


De pronto, el silencio se fue y escuche un grito. Las cadenas apretaron más mi cuerpo mientras intentaba salir, sentía que perdería mis extremidades pero no importaba ahora. Maribel corría peligro de ser violada por su propio esposo.

Luche y luche, consiguiendo, en vez de éxito, un dolor insoportable.  Más gritos. Un gemido temeroso. Esta vez, no había cachetadas. Estaba seguro que él no la dejaba. La Oscuridad. El sentimiento de inutilidad de aquella vez no se le compara a nada de lo que haya sentido antes.

Luego, casi instantáneamente, el dolor paró. Abrí los ojos y me encontré encima de Maribel, que estaba llorando y viéndome con una cara que me llamaba monstruo por donde sea que la viera. Tenía roja la mejilla y un creciente hematoma en el brazo que, estaba seguro, había sido hecho por el agarre extremista de ese ser.

*¿Ves? Eso puedo hacer.*

Salí de encima de ella, aterrado por lo que veía y escuchaba. Solo me aparte de golpe y me cubrí la cara con mis manos.

- Vete -dije en un sollozo-. Por favor, vete.

No quería ver su cara, sentía como su mirada de temor cambiaba a una de preocupación. Ahora lo que menos necesitaba es sentir culpa por ver cuanto me amaba ella con o sin ataque errático.

- Darkeus... -sentí como negaba suavemente con su cabeza-... quieras o no, t-tenemos que hablar. -parecía que intentaba mantener la calma pero por el tartamudeo sabía que ella aun tenía miedo.

- Largo. -le solte de nuevo.

- Que no, Dark -parecía más confiada-, tenemos que hablar de esto. Esto es...

- ¡Dije largo!

La interrumpí y mire esta vez, dejando ver mis lágrimas. Entoces vi que, efectivamente, me miraba con una mirada preocupada y piadosa. 

- Pero...

- Mañana -solloze, interrumpiendola de nuevo-, mañana hablaremos, pero, por favor, dejame solo.

Queria decir dejame pensar, pero el solo salio casi instantaneamente. Eso quería, estar solo, quitar esa compañía innecesaria que tenia dentro de mi.

Asintió y se cubrió con una sabana al salir, esta vez no dijo buenas noches. Sabia elección, porque no iba a dormir.

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*esta parte de abajo la escribi actualmente*


¡ME HARTE! Tenia esto desde hace rato pero queria hacerlo mas grande para mostrarlo, ¡ya nada! >:c

Disfruten, espero tener la continuacion pronto... Esto es solo para que vean que NO PLANEO DEJAR MI BLOG. Ni hoy, ni nunca. Me ire de aqui cuando sepa que esta historia esta TERMINADA, con todo y sus temporadas proximas.

Se que por culpa de esto quiza ni lean el aviso anterior, pero bueh. Asi que, repito, ¡no podre estar por aqui! Estoy en proyectos, ferias, se acercan examenes, tengo una monografia que repetir y muchas cosas que estudiar... regresare muy posiblemente en vacaciones (eso si no estoy castigada, tambien) pero confio en que me dejen salir de mi castigo... a menos, claro, que crean que hacer esto es malo, lo que creo que es posible. ._. ¡De igual modo encontrare la forma! 


Para los que dejaron de leerme y de creer en que escribiria, si leen esto, perdon. No espero que vuelvan a leer con el mismo animo o que siquiera vuelvan a leer, pero si lo hacen estaria feliz de volver a escribir para ustedes.


A esos que tal vez en silencio esperaron una señal de vida de este blog y una nueva escritura, ¡muchas, pero muchas gracias! En verdad, me alegra saber que siempre hay, al menos una persona, que sigue esperando a que escriba... sino, quiza le escribo esto a nadie. Igual, gracias por si acaso.


Les agradezco todo y que hallan leido hasta aqui. Nos veremos luego... ¡CON MOAAAAAAR LOCURAS Y REMASTERIZADA, MUSHASHETOS!


Atte. Panchita (Amy)

He venido yo por aqui... a vender empanadas.

OHMAIGAD,AMYESTAESCRIBIENDODENUEVO¡AFHCUIDHFCUIERNFGHOERJCF! -epilepsia(?-

ESO diria un fan de verdad c': Si es que despues de tanta tardanza aun me quedan...
¡Pues, no, no vengo a excusarme de por que no he escrito durante mas de 4 meses! Ya me he excusado mucho ene Vengo a pedir perdon~~

Si aun me queda alguien que lea mi blog, pues... perdon, pero tengo que hacerte esperar mas, fiel lector. </3

¡El colegio estresa, chicos! D: No he podido ni escribir mas de dos capitulos... y como he tenido algunos problemas... de paso, he tenido que reescribirlos.

Perdon, regresare. Shau~~

P.D. Mientres me encuentre tan ausente, ¡aqui les dejo un buen blog! Lo hace una amiga, no es de historia pero... bueno, leanlo. c:

http://lascosasnosonloqueparesen.blogspot.com/