viernes, 19 de diciembre de 2014

¡LA MEJOR IDEA DEL SIGLO! :'D

¡WOW WOW WOW WOW! ¡Paren los trinches! D: ¡Se que deberia traer un capitulo, LO SE! Esta en proceso e_e Juro que este spin-off es tan costoso como germoso... y ando haciendo el manga, pronto lo veran. *-* (aunque no tendra mas de 20 paginas, seguro xD)

En fin, ¡a lo que vienen! Hoy me dio una epifania~~ owo Fue... fue... ads, me emociono al recordarlo(? Al punto, la cosa es que pensaba en alguna cosa que escribir para mi blog de Una critica objetiva, el nuevo, y se me ocurrio de best idea EVAH...

¡HACER DE CRITICA DE BLOGS!

Blogs como el tuyo, como el de fulana, como el de sutana, ¡como este mismo que lees! :'D Por supuesto, ese es uno de los platos fuertes ya que tambien hare criticas sobre anime, manga, uno que otro libro o dorama por ahi... ¡pero no importa! La cosa es lo de los blogs xD

Asi queeeeeeeeeeeeeeee, ¡dejenme sus blogs a ver si les hago una reseña!

En estas reseñas se hara lo siguiente:

*Se hablara de la trama de el blog y se dara un pequeño resumen.

*Se calificara por partes, dando un resultado de 10 a 20 puntos (no me decido qwp) en subcategorias (romances, escenarios, peleas, narrativa, personajes, etc.) valiendo estas subcategorias dependiendo del genero del blog (comedia, accion, fantasia, etc.). Todo esto en un analisis detallado, pero no tan extenso.

*Añadidos de puntos extras (especiales, dibujos, actitud de la autora, etc.)

*Se dara una division de personas con ciertos grados en los que considero que le caera mas el blog.

*Finalmente, puntuacion y opinion personal.

Y asi :3 ¿Que les parece? ¿Eh? ¿EH? ¿EEEEEEEEEEEEEEEH? O_e (???? A mi me padece culs uvu Ademas, queria hacer esto desde hace un buen, peeeeeeeeeeeeero no sabia como hacerlo sin permisos y esas cosas :v

Si les interesa, dejenme su blog y diganme que les parece la idea en comentarios ·u· Tambien mandenme un resumen de sus blogs a esta direccion (panchitarulz@outlook.com).

Para mas informacion, visitar la pagina: Una critica objetiva

P.D. Maaaaaaaaabel lindiwis de mi kokoro <3 Pokemon de mis amogues :'3 ... ¿Puedo hacerle la primera review a tu blog de la vida de Mariangi? ü Tu sabes que es mi fav. Andale, di que siiiiiii <3

viernes, 5 de diciembre de 2014

EPV2-47: [Memorias del pasado] La rosa mas blanca, herida por sus propias espinas. (Parte 3)

WOW! ¿Dos capitulos en un mes? ¡APOCALIPSIS, SEÑORES! (????
Ok, no x'D Me salte como por cinco dias... pero casi qwp 

¡Dije que regresaría y aquí estoy! Por supuesto, el plan de un capitulo muuuuy largo de este spin-off ya quedo desechado. Mejor se los muestro en cuatro partes, para que no se tedioseen. c: Asi que, por matematica basica, faltan cinco caps mas lml (?? Nah, falta uno x'D ¡Y despues los capis que todos esperan! lml Y aparicion de los personajes que pedi antes... y blah blah.

En verdad, agradezco esos únicos cinco comentarios en mi entrada anterior (tal vez crezcan, pero eran cinco la ultima vez que vi antes de publicar esto). Muchas gracias, creí que no habría nadie esperándome para cuando entrase de nuevo a publicar... me animo. Gracias, en serio, ¡DIBUJO PARA USTEDES! Nah, en serio, ustedes solo díganme de que, por las molestias.

Para su hermosa suerte, fansitos beshos, después de eso me puse a leer capítulos de mi otros blogs (el de las locuras, el de preguntas y entrevistas, las aventuras de sonic, etc.) y antiguos y cancerigenos capítulos de este (usea, amo mi blog... pero admitamoslo, comparado con este spin-off, muchos otros capítulos dan cancer xD), y la creatividad solo... llego. Posiblemente vengan mas capítulos, después que termine mi manga. (WUT? HACES UN MANGA?) Sep, es un proyecto. Se los mostrare algún día... sino me coge la pereza y no lo hago xD -Nah,mentira,esundeberdedibujo.Tengoquehacerlo:c- Aunque, muy posiblemente, sea un One-shot de HxN. No se. :B

Así que, sin mas estupidej, aquí les va el cap. c: (El mae ese de Adalberta esta de vacas. :v (Simon: e_e"... Ni ausente me llamas bien...))
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Habían pasado meses, quizá menos tiempo pero yo ya no sabía bien el tiempo que pasaba, y ese mañana nunca llego; aunque no es como si ella se hubiera quejado mucho sobre eso ya que, de pronto, había comenzado a salir aún más de lo que ya lo hacía.

Los ataques no pararon. Por una temporada parecían haberlo hecho y luego regresaban, luego tardaban de nuevo otra breve temporada y regresaban. Y así seguía el círculo vicioso que no parecía tener fin.

Como decidí no hablar de eso ella accedió y empezó a salir más y procurar estar a distancia. Aunque, de vez en cuando, aún me hablaba de lo que pasaba con sus amigos. O amigo, ya que parecía que el príncipe, Diego, se había hecho su mejor amigo. Me alegraba que al menos tuviera a alguien mientras que yo, por mi lado, ya había perdido mi pierna derecha junto a la izquierda, mientras que mi torso se sentía la siguiente víctima y solo mi mano derecha parecía no estar más allá de adormecida. Y así siguió y siguió.

Claro que, como en toda trágica historia, hubo un día que lo marco todo. Y aquel día, aunque en ese momento no lo supe, posiblemente era este que contare.

Recuerdo bien que era de tarde, Maribel regreso de estar con sus amigos. Luego, como hacia todos los días, vino con la intención de contarme lo que pasaba con su grupo de amigos. O, más bien, con Diego.

- ¿Puedes creerlo? ¡Alérgico al azúcar! ¡Por Dios! Eso debe ser horrible, no poder comer un pastel sin volverte loco. -rio un poco a pesar de su pena.

- ¿Al azúcar y a los gatos? ¿Algo más? -le vi, divertido. La verdad, acostumbraba reírme de lo que pasaba. Ese príncipe y sus cosas me levantaban el ánimo.

- Hmmm -chasqueo los dedos-, ¡sip! Apesta corriendo. Dice que es por lo del azúcar pero yo pienso que es que le falta buena forma física.

Reímos juntos. No la amaba, pero lo que sentía por ella no dejaba de ser fuerte solo por ello. Era mi alegría de todos los días, ver como su buen humor se mantenía a pesar de los ataques.

- Parece agradarte mucho el príncipe, ¿no? -dije, sintiéndome feliz de ello.

Suspiró. -Sí, es un gran amigo. No lo sé, me calma estar con él. -sonrió un poco, aunque su mirada decía otra cosa.

- Me alegro de eso. -sonreí al decirlo. Era verdad.

Aunque a mí me alegraba a ella no parecía gustarle tanto. Pasaba recurrentemente que decía algo que tenía que ver con que ella le agradaba él y entonces ella mostraba esa cara abatida. Obvio, en ese momento no supe lo que significaba de verdad.

- Y dime –se atrevió a decir después de un breve momento-, ¿ya estas mejor? Digo, con eso de tus extremidades, ¿alguna respuesta?

Suspire. Que buena forma de arruinarme el humor, pensé.- Si, creo que ya siento algo de mi pierna izquierda. -sonreí, obviamente mintiendo.

- Muévela, entonces. -me vio, dudosa.

Otra de nuestras discusiones era referente a esto exactamente: mi curioso padecimiento. Ella insistía en que fuera a algún doctor, y yo le insistía que era ridículo porque, bueno, soy un dios, ¿no? Entonces ella me discutía que podía ser que yo tuviera algún pariente de esos semidioses que tenían una parte mortal o que quizá incluso yo podía ser un semidiós y mi madre pudo haber sido humana, como sucedió con ella. Pero, más allá del hecho de que mi madre si era una diosa y que de mis pocos familiares no se hallaba ningún semidiós que yo conociese, era imposible que esto fuera una enfermedad.

Suspire de nuevo, esta vez pesadamente- Bien, me atrapaste, sigue igual. Pero al menos la siento, ¿no?

- Dark, eso no basta, ¡esto podría ser grave! -exclamo, con una mirada algo irritada- ¿Es que acaso le tienes miedo a los doctores?

No. A que me crean loco si, pensé- No, ¿por qué lo haría? Es solo que estoy seguro que esto no es una enfermedad.

- ¿Entonces que es, Dark? Dime.

Silencio.

Y aquí siempre terminaba, el punto muerto de la conversación. Yo no le decía nada y ella no insistía porque sabía que era un intento inútil sacarme algo de información. Pero, bueno, ¿ustedes le dirían a su pareja que tienen algún tipo de demonio dentro?

- Bien -soltó exasperada-, si eso quieres no te pregunto más -dijo, mientras se alejaba y recogía unas cosas en su bolso-. Me voy, regreso en un rato.

- Maribel -dije, reconociendo, en seguida, que se había enojado-, por favor, no te pongas asi.

Se detuvo de arreglar las cosas y me miró- ¿Como quieres que no lo haga? Quiero ayudarte, Dark. En verdad -su mirada se tinto de otro poco de preocupación-. Pero, ¿como lo hare si no me dices que sucede?

Tenia razón y yo lo sabia. Sabia que, algún día, tendría que decirle, pero temía que, cuando lo oyese, huyera y se llevara consigo ese poco de auto-control que se suponía que me daba su aura.

Sin respuesta alguna entonces, solo baje la cabeza rendido. Ya pensaría en algo para disculparme mientras ella estuviese ausente.

- Como lo supuse -recogió de nuevo sus cosas y suspiro en el proceso para calmarse ella misma-. En fin, regreso por la noche -sin siquiera verme, termino de recoger sus cosas y se dirigió a la puerta.

- Que te vaya bien -dije, en un pobre intento de mejorar su animo.

Suspiro.- Diego tenia razón. -dijo en un simple susurro, casi inaudible. Pero eso basto para destara el infierno.

- ¿Quien has dicho? -escuche decir.

Intente girar la cara para ver de quien venia aquella voz, esa voz tan peculiar pero familiar. La Oscuridad de nuevo, intuí; por un segundo me pregunte si solo estaba hablando en mi cabeza y yo había sido el único en escucharlo, pero no. No tengo tanta suerte.

Entonces ella, comprobando mis miedos, giro la cara- ¿Eh? Yo no dije nada.

Senti como mi cabeza negaba, contra mi voluntad, y escuche una risa pequeña y breve venir de mi- Oh, querida, que sea paciente no quiere decir que sea imbecil.

¿Eh? ¿Que pasa? ¿Porque ocurre esto? Esas preguntas cruzaban por mi mente mientras Maribel era acusada, por alguna razón desconocida, por mi alter ego.

Me miro por un segundo, luego suspiro con un ligero tono de exasperación- Escucha, Darkeus, no voy a hablar contigo cuando tienes esa mirada. Se lo que pasa cuando lo intento.

¿Darkeus? Se me hacia raro escucharla decirme así, ya que siempre me había dicho Dark. De inmediato, deseche la idea al escuchar, después de varios meses, que mi mirada había cambiado. Si antes me quedaba alguna sombra de duda de lo que pasaba, ahora estaba claro.

- Si no quieres ver esta mirada, no la causes -dije, o dijo, con una tranquilidad que aterraba-. Ahora, ¿que con ese principe tuyo? ¿Que ha dicho?

Se quedo un rato callada, luego volteo la mirada a la puerta. Seguro pensando como escapar- Nada -solto-. El no dijo nada.

- Oh, ya veo -asintió escéptico, empezando a hablar en su tono ligeramente sarcastico-. Asi que, ¿he sido acusado por nada? -rió brevemente- ¿Sabes? Podrias crear una mejor excusa que esa, ¿acaso fue algo con respecto a tus moretones?

Casi se se partio mi corazón al ver la mirada que cruzo su cara antes de bajar la cabeza- Y, ¿que si asi fuera? -susurro- Es mi amigo, tiene derecho a preocuparse.

- Y yo tu esposo -replico el-, y estoy seguro que eso me da mas derecho sobre ti que a ese amante de cuarta.

¿Que? ¿Había insinuado que me engañaba? En ese momento, yo lo dudaba mucho. Estaba seguro del amor que decía tenerme, porque lo demostraba. O, ¿acaso alguien que amase a otro se quedaría contigo, aun sabiendo que podría sufrir maltrato, y te cuidara? Sonaba ilógico.

Sin embargo, tubo un dudoso estremecimiento de sorpresa al escuchar la acusación, incluso estuvo unos instantes en silencio antes de responder- Ya te he dicho que no tengo nada con el, Darkeus, ¿por que insistes?

- ¿No es lógico que lo haga? Consideralo una forma de decir te amo -sentí una sonrisa crecer en mi rostro, luego se apoyo al respaldar de la cama- Ademas, ¿como no dudar de un hombre que se le ha declarado mas de una vez a mi mujer?

- Ya no lo ha hecho. -aseguro, apretando los puños un poco.

- ¿Quien me lo asegura? ¿Tu? -soltó una risa leve, seguida de un simple "Ja", con un tono entre divertido e irritado- ¿Es que acaso crees que me fió de tu palabra? ¿De la palabra de alguien que sale de mañana, regresa al anochecer y solo habla de su dichoso amigo? -soltó, diciendo la ultima palabra con cierto sarcasmo- Por favor, no eres mas que una zorra.

Ok, se había pasado. Incluso yo me había enojado, ¿como se atrevía a insultarla después de que nos seguía cuidando aunque el la atacase? Solo quería golpearme en la cara. Literal. Por ello, me di cuenta de una cosa: mi mano derecha vibraba.

Después de notarlo, mis pensamientos fueron completamente acallados por unos sollozos silenciosos. Mirabel lloraba. Solo aumentaba mis ganas de golpearme hasta quedar inconsciente.

- Por favor -suspiro el con agobio-, ¿ahora lloraras? ¿Por decirte lo que eres por definición? Sínica. -escupió lo ultimo con cierto odio.

Se limpio las lagrimas, estremeciéndose un poco por las duras palabras que salían de mi boca. Luego levanto la cara para verlo- Hablare contigo cuando estés dispuesto a hablar de buen modo, ¿bien? -volteo de nuevo y regresó a la puerta- Regreso después.

Seguramente por que ella estaba volteada, no noto que el se había levantado de la cama con sigilo- No, tu no te iras. -dijo a sus espaldas, levantando el brazo el brazo que no reaccionaba a mi y prendiéndola en lo que parecía ser una esfera de energía de un color oscuro.

¿Yo podía hacer eso?, fue lo primero que cruzo por mi cabeza por menos de un segundo, antes de recordar que Maribel ahora estaba en el mayor peligro en el que se había hallado hasta ahora. Pedía y suplicaba que ella se volteara, lo complaciera y se quedara en casa.

Por supuesto que el tiempo con ella me habia dejado muy en claro que Maribel podría ser cualquier cosa menos una chica sumisa y complaciente, así que no fue de sorprender que ni siquiera volteara la cara para responderle- Solo mirame. -susurro lo suficientemente alto como para que la escuchara y abrió la puerta. Esta vez, parecía decidida a irse sin mas.

El sonrió- Tu lo pediste.

Lo que siguió paso tan rápido que solo me fue imposible evitarlo, o tan siquiera presenciarlo bien. Para cuando pude reaccionar ella ya estaba en el piso gritando de dolor. El peor escenario que pudiera haber visto o imaginado hasta ese día justo frente a mis ojos.

El se puso frente a ella y sonrio sombrio cuando ella volteo a verlo, aun agonizante- Te lo dije... -se agacho- ... tu no te iras... -agarro su pelo bruscamente para que viera mejor su cara- ...zorra.

Ella solo lloraba, se negaba a soltar otro sonido que no fuera el de sus gritos y sollozos mientras el se ponia encima de ella y la agarraba ambas manos sobre la cabeza de ella con un brazo y la presiono con el otro. El forcejeo parecía inutil.

El procedió a arrancarle su camisa, ella luchaba por liberarse y yo solo sufria al sentirme completamente furioso e impotente al sentir que cada parte de mi cuerpo estaba encadenada a un piso, tan imaginario como real, mientras todo eso pasaba ante mis ojos. Era una brutal tortura lo que el hacia, tanto a mi como a ella.

La intensa lucha que ella realizaba no sirvió para nada mas que enfurecerlo, por lo cual el acabo dirigiendo un puño a su cara sin ninguna piedad y con toda la fuerza que pudo, dejando morado su ojo y con algo de sangre corriendo por su mejilla. Ella grito mas y yo solo intentaba, con todas las fuerzas que me quedaban, librarme.

- ¡Basta! -grito al fin, entre gritos y llanto- ¡Por favor, basta! -lloro aun mas ruidosamente, suplicando piedad.

El siguio empujando su cuerpo para que parara mientras la mordia con rudeza directo en el cuello y ella gritaba- No te soltare hasta que tenga lo que quiero -se dirigio a su oido y mordio con la suficiente fuerza como para hacerla sangrar- Tu solo finge que soy tu principe.- susurro cerca de su sangrante oido, aumentando mas su agarre y metiendo mas las uñas en su piel.

Maribel gritaba mas y mas mientras el se acercaba a su macabra meta, torturandola a su vez. Ni siquiera podia llorar al verla por que el tambien tenia mis ojos a su poder. La frustracion, el dolor y el horror palpable en sus gritos solo corrian dentro de mi, forzandome a luchar sin exito aparente.

Fue entonces, entre tantos intentos fallidos, que senti por segunda vez como la mano de el, la que sostenia las muñecas de ella, reaccionaba a mis supuestamente vanos intentos. Una extremidad mia respondia, y con eso bastaba. Tendria que bastar.

Ya decidido, concentre toda mi fuerza en la movilidad de esa mano. Vibro mas y lo tome como una reaccion positiva. Sentia como la atencion de la Oscuridad se dirigia hacia mi unica extremidad util.

- Maldito bastardo... -susurro, o quiza lo habia dicho mentalmente para que solo yo oyeses. No importaba, significaba que funcionaba.

Forze mas a mi mana a para el ataque, lo suficiente como para causarle un entumecimiento  que se noto  que le habia afectado. Por supuesto, a mi tambien me habia dolido.

Sim embargo, lo habia valido por completo. Ella, ingeniosamente, no dudo en aprobechar la pequeña salida que le habia dado para patearlo a un lado, justo en las costillas, dejando mi cuerpo en el piso con el retorciendose. Entonces abrio la puerta y corrio sin mirar atras.

De a poco, empece a sentir como mi cuerpo inmovil volvia a mi control , dejandome sentir el dolor creciente en mi pecho y lo debil que estaba por haber luchado de tal modo.

Llore. No por el creciente moretón, sino porque sentía como la ultima pizca de esperanza moría dentro de mi.

◆◆◆¤◆◆◆

Maribel no regreso ese dia ni el siguiente, sino que volvio a casa una semana despues de haberse ido. Semana que estubo, hasta el ultimo instante, llena de ataques de rabia de la oscuridad. No tenia idea de porque sucedían o porque lo hacian con tanta intensidad, la unica pista que tenia era la insesante repetición de frases como Maldita perra o Bastarda infiel; hasta que, el ultimo dia de esa semana, paro. Curiosamente, el mismo dia que Maribel regreso.

Despues de esa tortuosa semana, no hubo mas ataques. O, mejor dicho, no los hubo temporalmente.Yo estaba plenamente mal con casi todo mi cuerpo menos mi mano derecha, pero, aun así, decidí no contarle en lo poco que hablábamos. Y, así, pasaron tres meses mortales con un contacto casi nulo.

Recuerdo que un día nos encontrábamos hablando como lo habíamos acordado hacer mínimo cada semana para no perder contacto, cosa que ella había acordado. Y hablábamos, por primera vez, de algo que no eran sus amigos-rechazados, o mas bien Diego, sino de su mejor amiga, Melody, quien una que otras veces se había metido en nuestros temas. Aun así, no es que me sorprendiera de ello o que me fijara mucho, mi actitud ya estaba cambiada para ese momento.

- ...y yo le dije que se decía chocolate y ella "¡Eso dije! ¡CO-CHO-LA-TE!" y Cameron diciendo "Déjala, es bruta de nacimiento" y le soltó un griterío único, ¡son unos tortolos!- río un poco, divertida.

Reí un poco, ya sin responder tan elocuentemente como solía hacer sino que con pequeñas preguntas que pedían más detalles insignificantes.- Ya veo, entonces son pareja, ¿no?

- Que va -suspiró-, tiene una cosa de qué es su mayordomo y no pueden salir oficialmente, pero siempre tontean.

- Oh, ya veo -asentí, sin verdadero interés. Luego, sintiendo el silencio, pregunte-. Y, ¿que tal Diego?

Se sorprendió.- Ah, ¿quien? 

- Diego -repetí-, el príncipe casanova, alérgico a los gatos, tu mejor amigo, ¿recuerdas?

- Ah, si, ese -se aclaro la garganta y volteo la mirada-. Eh, últimamente no he hablado con el, tuvimos... problemas.

- Oh, ¿que pasó? -la mire con algo de preocupación, era suficiente conmigo para que un amigo también la dejara.

Pensó un poco, luego suspiro y negó con la cabeza, volteando a verme con una sonrisa- Nada, nada, tonteses de amigos.

- Ah, ya -suspire, quedándome sin temas-, ¿ya estas mejor con esa fiebre?

Su mirada si volvió un poco abatida, luego asintió -Aja, últimamente no he vomitado mucho.

- Creo que deberías ir a un medico por eso -dije, preocupado-. Podría ser grave.

No sabia por que pero, en aquellas fechas, Maribel se había empezado a sentir con nauseas y vomitaba seguido, y, aunque yo creía que tenia fiebre, no parecía tener síntomas de un virus. Lo curioso era que, aun después de que vomitara seguido, parecía que había subido de peso en general. Quería preguntarle acerca de eso, pero, díganme, ¿quien seria tan tonto como para decirle a una mujer tan cambiante como ella que había subido de peso? No estaba loco.

Ella negó con la cabeza -No, no. Estoy... ah, por favor, no otra vez. -se levanto rápidamente, cubriendo su boca, y corrió hacia el baño. Esa uno de sus movimientos que se había vuelto rutinario: hablaba, la interrumpían sus nauseas y tenia que correr para no manchar la alfombra. Después de unos minutos de vomitar, regreso a la cama y se sentó de nuevo alado mio- ¿Ves? Esta vez no fue tanto tiempo.

- Maribel -dije, sintiendo que mi mirada demostraba mi preocupación- ¿Segura que no deberías ir con un medico?

- Que curioso que seas tu el que me lo diga -respondió. Estaba seguro que su intención no fue incomodarme o recriminarme, pero no podía evitar sentir las dos cosas- Estoy bien. Solo son nauseas, Dark.

- ¿Y la hinchazón en tus pies? -mencione, esperando que me reaccionara y fuera al medico.

Vio hacia sus pies y se encogió de hombros- Retención de líquidos. Le puede pasar a cualquiera.

- ¿Y el aumento de tus ganas de ir al baño?

- De nuevo, retención de líquidos.

- ¿Y los dolores de cabeza? 

- Nada que no se arregle con una pastilla -respondió-. Dark, es inútil, no me convencerás. Estoy. Bien.

- ¿Y tu subida de... presión? -Casi, pensé.

Ella me vio. Bueno, casi me salve, volví a pensar- ¿Acabaste de insinuar que estoy gorda?

- Eh, bueno... -ahora si estaba nervioso. Por si fuera poco todo lo que le pasaba, también se había vuelto mas sensible y cambiante- ... solo un poco. No es gran cosa.

Ella, en vez de pegarme o reaccionar de un modo irritado, solo miro su estomago- ... ¿engorde, en serio? No lo había notado. -susurro.

- Ah, pues si. Un poco, si. -me arriesgue a responder.

Se dio un breve minuto para contemplar su barriga en silencio. Solo la veía, sin hablar. No paso mucho hasta que empezó a sobarse lentamente el estomago en movimientos circulares. Entonces corrieron las lagrimas- Yo... en verdad estoy...

Reaccione enseguida, ¿de verdad le afecta tanto haber engordado?, pensaba- ¡No, no, Maribel! No estas tan mal, nada que no se pueda arreglar. Calmate, por favor. Esta bien.- dije, en un inútil intento de calmar la tormenta que ya corría sin control.

- ¡No, no esta bien, Darkeus! -grito, y cubrió su cara entre sus manos- Nada de todo esto esta bien. -susurro en un sollozo- Nada.

No sabia que hacer, estaba tan solo sorprendido. Ella era cambiante y sensible, mucho, pero hasta aquel día nunca la había visto llorar así; ni siquiera después de varios ataques la había visto llorar tan vulnerable como la vi en ese momento. Conmovido al ver a la mujer mas resistente que había conocido llorara así, solo se me ocurrió abrazarla para consolarla de lo que sea que estuviese perturbandola.

Ella se sorprendió un poco, el contacto de parte mía no era algo muy común, pero no se nego. Solo lloro y lloro mas en mi hombro hasta que se silencio. Solo silencio y respiración.

Ya no había sollozos, escuche como tragaba y, finalmente, sentí como se aferraba mas a mi abrazo.

- Estoy embarazada.

Quede paralizado hasta que, por fin, llego a mi cerebro lo que dijo.

- ¿Que? -pregunte, escéptico a lo que mis oídos escuchaban.

Ella se separo de mi y rompió el abrazo. Se levanto, parecía que ya no quisiera estar a mi lado para verme de frente y decirme lo que tenia preparado, aparentemente, desde aquel día que había vuelto a juzgar por esa mirada- Escucha, Darkeus... -Darkeus, pensé, esto no va a ser bueno-... yo quería decirte algo hace un tiempo y no sabia como decírtelo o si en siquiera decírtelo... -suspiro- ... pero ahora estoy segura que estoy embarazada, así que solo lo diré- trago saliba, pensandolo, hasta que abrio la boca para sacarlo-. Quiero el divorcio.

Y hay estaba, mi peor pesadilla materializada en tres simples palabras.

- Maribel... -se que torne mi mirada en una triste expresión, a juzgar por su mirada- ... ¿estas hablando en serio?

Asintió. 

Queria que fuera mentira, que solo fuera una simple broma, ¿como no me había fijado? Ahora que miraba en retrospectiva, era muy obvio que, en algún momento, su amor murió y todo lo que nos mantenía era la pena mutua y una vieja amistad. 

Me paralice de pronto, pensando en la parte mas terrorifica del asunto: La Oscuridad. Ya no tendría el aura de Maribel. La Oscuridad ya no tendria a Maribel. Casi en respuesta a mis pensamientos, sentí un estremecimiento en el cuerpo.

Ella noto el silencio e intento cambiar el ambiente- Hey, ¡animo, Dark! -intento sonreir para animarme- Los dos sabemos que esto, ahm, ya no funcionaba. Y, ah, mira el lado positivo, ¡ahora podras estar con Clarisse!

Me sorprendi ante el nombre y levante la cabeza en seguida al verla, en respuesta ella puso una cara de vergüenza. Se notaba que no habia querido decir eso,- Eh, si, yo ya se que te gusta. No tienes porque ocultarlo... tambien le gustas, por cierto. Pregunta seguido por ti - rio un poco nerviosa ante todo lo que decia-. Puedo llamarla, si quieres, ¡asi ambos estaremos bien! ¿Que piensas?

- Sorprendente que tanta mierda puede salir de tu boca, eso pienso.

Solo yo se cuanto terror me produjo tan solo escuchar esa frase salir de mis labios.

Sin mas, todo se volvió nublado y no escuche nada un instante. El dolor que sentí en ese entonces... nada lo supera. Era, definitivamente, el dolor mas grande que he sentido hasta ahora. Pero nunca hubiera sido lo suficientemente grande como para opacar los gritos que siguieron despues del funebre silencio.

Eran los gritos mas horrorizados que habia escuchado hasta esa fecha y, poco despues, mis ojos me dejaron ver porque: La Oscuridad estaba golpeando fuertemente a Maribel contra la pared.

No eran golpes que buscasen alguna satisfaccion sexual, como antes lo habian sido. No, eran golpes con el mas puro odio hacia ella. O, mejor dicho, con el mas puro odio hacia el ser que se encontraba dentro de ella.

- ¡Darkeus, para! -gritaba entre los golpes- ¡Para, por favor! ¡Mi bebe! -lloraba Maribel, acorralada entre ese mounstruo sin corazón y la pared. Los moretones crecian en su cara y otras partes de su cuerpo.

- ¡Maldita, maldita infiel! ¡Zorra! -gritaba indignada y luego la solto, solo para darle un golpe que la empujase al piso.

Ella, por suerte, logro caer sin darse en el vientre. Se levanto torpemente, con la cara y otras partes chorreantes de sangre, y lo vi con lagrimas en sus ojos- Darkeus, por favor...

Sin poder terminar, la chica se tubo que interrumpir para cubrirse al ver que el dirigía una patada a su vientre. En consecuencia, esta fue dirigida a su cabeza. El sonido de ella al caer y el salvajismo con que ese ser golpeaba a una mujer que no solo nos había amado sino que ahora también estaba embarazada era solo horrorizante. Quería poder tapara mis ojos y luchaba de nuevo por mi libertad esperando la reacción de mi mano.

- Es inútil -dijo el mentalmente, o eso pensé al notar que ella no lo escucho-, tu mano no hara nada ahora.

Lamentablemente, tenia razón. Mi mano reaccionaba a duras penas a mi. Sentí como el final de Maribel se acercaba y como el inicio de mi esclavitud permanente, que tanto tiempo había temido, comenzaba.

La Oscuridad seguía con sus brutales golpes hasta que decidió tan solo levantarla por el cuello y acabar de una vez con ella. Ese escenario... era simplemente horrible. Creí, sin esperanzas, que ya no habría nada mas por hacer. Esto era todo.

- Si tu descendencia no es mía... -apretó mas su agarre, dejándola sin mas aire-... ¡no sera de nadie! ¿Me escuchas? ¡De nadie!

Su agarre era feroz, incluso sus uñas se metieron en su garganta. Ella ya casi no respiraba. Entonces, con la poca fuerza que tenia, rodeo mi brazo con sus manos.

- L-lo siento... -susurro.

Sentí como algo empezó a correr por mi brazo y el ser se aparto de golpe al sentirlo también, dejando a Maribel muy mal herida caer en el suelo.

- Tu... -el miro hacia su brazo y luego a Maribel- ... maldita zorra, ¡¿que me hiciste?! -cayo en el piso ante el dolor que crecía en el. Sentia como el cuerpo volvia a mi control. Me suponia que haria tal acto de cobardia: huir para que yo sufriera el dolor. Desafortunadamente, supuse bien y en menos de lo que pensaba yo ya me estaba retorciendo de dolor.

Maribel se levanto y me vio- Yo no quise, ¡lo juro! T-tu... me has obligado -trago saliba y lloro un poco mas.

El dolor no me dejaba escuchar con claridad ni moverme bien, pero logre verla con debilidad- ... Maribel, debes huir.- musite como pude.

Ella se sorprendio al oir mi voz y me vio algo impactada- ¿Dark?

Asenti, para darle a notar que habla conmigo y no con aquel mounstruo- Tienes... que huir -toci un poco, sintiendome cada vez peor- El... el ira por ti. No se detendra... -senti como corrian por mis mejillas una que otra lagrima salvaje- ... perdon, al final no pude contenerlo -sonrei, por vencido, terminando nuestra tetrica charla por la poca consiencia que me quedaba.

Su mirada, mientras hablaba, cambiaba de emociones cada tanto: primero incredula, luego sorprendida y luego mas lagrima. Solo asintio, supongo que habia comprendido por fin la situacion en su cabeza. Con ligera torpeza por el shock, abrio la puerta y se marcho rapidamente.

Quede hechado en el piso, solo y mal herido. El dolor quiza debio haber sido mas, pero yo estaba empezando a quedar inconsciente mientras crecia la marca de la herida del ataque de Maribel en mi brazo. Quiza me mate, pense, si tengo suerte, quiza lo haga. 

La muerte me traia sentimientos tan contrariados. Estaba la esperanza de liberar mi alma, matar a ese ser y morir en paz, pero tambien estaba la muerte de otras tantas esperanzas; como aquel vago anhelo de volver a andar, mi deseo de liberarme y disfrutar de ello, ver a Clarisse... si, esa ultima dolia al pensarla.

Empece a cerrar los ojos, sintiendo el contradictorio sentimiento de sentirme tanto afortunado como desdichado, y comence a perder el conocimiento.

Vi una luz. Sonrei. Sentia por ultima vez la humedad de una lagrima rodando por mi mejilla.

En un parpadeo, ya no habia luz. No habia nada
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¿Yyyyyyyyyyyyyyyyyyyy? ¿Que tal? owo ¡Juro que me esforce, denme el merito! D: A pofi(?

Les sere sincera, despues de publicar el capitulo anterior, dos dias despues ya tenia el siguiente... pero, como soy tan afortunada, me dio una depresion que me duro, no se, una semana. Iba a publicar entonces, pero entre, vi los comentarios... despresion de nuevo. Y mi hermano con su bendita frase de "¡Ya deja de revisar, que no hay comentarios!" no ayudaba mucho tampoco.

Francamente, el tiene razon. Yo amo hacer esto como lo ame la primera, la segunda, la tercera, y la quincuagesima vez que lo hice, posiblemente por dejarlo no deje de amar lo que hago. Pero algo es cierto: aunque uno ame escribir como yo lo hago, la soledad de sentir que nadie disfruta de tus escritos llega a ser al mismo nivel de deprimente que fue de alegre escribir. Ironico, siempre critique a la gente que se iba por no tener fans... pero si, duele. Aun mas cuando tenias y los perdiste, ¿por que? Por no estar presente.

Aun asi, me gusta pensar que hay esperanza mientras una sola persona escriba. Agradezco de antemano a esa una persona que estara en un futuro cuando solo tenga un comentario en mis entradas.

(SI NO QUIERES LEER LA PARTE SERIA, VENI ACA :V)

Y, well, Pancha promete, Pancha cumple :3 ¡Ojala hallan disfrutado el capitulo! Y si no, poj... no hay devoluciones. :v (?
¡FIN DE SEMANA LOCO! ¡Publicare todo el finde! :'D ¡En todos los blogs que seguiran abiertos! La lista mas actual aqui:
* Las aventuras de Sonic y sus amigos
*En indirecto con Panchita Perricornio
*Las locuras de mi hermano y yo
*Una critica objetiva

... y eso es todo, posiblemente cierre toooodos los demas :l Si les gustaban, avisenme... tal vez pueda hacer mas tiempo para salvarlos.

¡Sin mas que decir porque ya ta muy grande esta wea(? me voy! Nos sin antes pedirles que se pasen por mis blogs activos, de los cuales hay links a un lado del blog c: ¡Adiu, mis mushashetos de dudosa orientacion sexual!

domingo, 23 de noviembre de 2014

Y pa' variar, otro blog.... PROXIMO EPISODIO EN UNAS HORAS.

¡Heiyo'! ¿Que tal mushashos? :3 Aqui ta el nuevis blog:

Una critica objetiva

Si, si, ya se que ya hice un blog anteriormente y que ya tengo muchos xD Pero bueh, estoy en eliminacion de vaaaaarios blogs que ya estan inutilizados (ya van unos tres y estoy indecisa con otros cuantos...) asi queeee, los que se quedaran son:

*Melii Rose Life's (Este)
*En indirecto con Panchita Perricornio (El nuevo)
*Una critica objetiva (El mas nuevo, del que vine a hacer SPAM 8D)

Lo que estan mas salvables, pero aun ligeramente en la cuerda floja, son:

* Las aventuras de Sonic y sus amigos
* LaS LoCuRaS De Mi HeRMaNo Y Yo :3
* Preguntas Locas :B Y entrevistas desquiciantes n.n xD (Este peligra mas que nada. Vere como hare para salvarlo, pero posiblemente sea completamente reemplazado por el de Pancha)

Los otros estoy en proceso de eliminacion, diganme en los comentarios que opinan sobre los otros a ver si los preservo uvu

No me linchen, ya se viene el proximo capitulo, piedad :'v (? En unas horas lo paso, ahora estoy con una amiga y su bebe recien nacidito, dawwww <3

¡Ah! Como una ultima cosa aviso: Desde ahora me dicen Pancha, Pansha, Pansheta, Panchita, o como sea, pero NI MAS CON EL MELII. Juro que siempre me ha caido mal ese seudonimo, yo no soy Melii chicos xD Tampoco quiero que me digan con mi nombre real porque... porque ño(? Es que tambien me fastidia cuando escucho a alguien que no cree que es mi nombre real y cree que es porque soy fan de Amy Rose a morir e_eU (Lo cual no esta en lo incorrecto(? pero bueh, pos friega :v)

 Asi que eso es todo. Se despide, Pancha Perricornio o/

martes, 18 de noviembre de 2014

¡BLOOOOOG NUEVOOOOOOOOOO! (Se, otro pa la coleccion)

Antes de que me maten, aviso que el proximo capitulo QUE YA ESTA TERMINADO se viene si o si el fin de semana :v Ahora si, a comenzar con el SPAM BD


Creo que el URL del blog explica mas de lo que yo podria explicar e_e ¡ENTREN! 8D

Les aseguro, si amaron Las locuras de mi hermano y yo, El programa de entrevistas, las aventuras de sonic y sus amigos, DBZ y todas las mencionadas anteriormente, ¡amaran este blog! -Pero DBZ no es tuyo D:- -le tira un pepino(?- Dije, LO AMARAN.

Lean c:

martes, 11 de noviembre de 2014

EPV2-46: [Memorias del pasado] La rosa mas blanca, herida por sus propias espinas. (Parte 2)

Heeeeeeeey de nueviiiiis o7o Aqui vengo con la continuacion mosha que no estaban esperando pero me da igual, es mi blog y se aguantan <3 (?) Como al final me dijeron que si querian continuacion se las dejo larga, porque no quiero andar fregando con tercera o cuarta parte e3e Y bueno, parece que ya todos creen saber quien es el narrador... muerganos, cagaron mi germosa con G incognita q7p (?) Bueno bueno, si, si es la oscuridad, condenados eneU Pero al menos creo que los tengo preguntandose una que otra cosa, ¿no? xD Bien, como sea. Cindyyyyy el cap \o3o/
Simon: ¡No hasta tener mi dibujo como dijiste! D:<
Yo: Ay, cashese, que pa' fregar no lo pago >:Y
Simon: Por ultima vez, el dinero de Monopoli NO ES DINERO REAL ='_'= (?)
Yo: ¡Y vos no sos real! Asunto resuelto. c: (???)
Simon: Maldigo a la lógica, ¡la maldigo! >A< -le da al capitulo-
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Ya habia pasado el tiempo de casados. No pasó mucho, hicimos algo pequeño como queria, aunque Maribel insistió en algo grande pero había logrado convencerla, apenas vino una parte de su familia, una muy pequeña por cierto. No fue gran cosa ya que incluso falto Clarisse, aunque era de esperar, por lo que no pude verla por última vez. O eso pensé.

En fin, más tiempo después de eso había pasado, un solo año mortal exactamente. Tiempo en el que pasaron varias cosas. Como el descubrimiento de algo más terrorífico que mis ataques, por ejemplo.

Me encontraba en un día ligeramente soleado, sentado en un sofa y con mi reciente esposa alado. Hablábamos, como siempre, sobre algo que nos hubiera pasado. O lo que a ella le había pasado, más bien. En ese tiempo estuve mal ya que no sentía el pie y decidí quedarme en cama, por lo que no hacía mucho afuera.

- Y entonces me dijo que se conformaría con amistad, como siempre. -dijo ella como si fuera algo de siempre, y lo era, tomando un jugo.

- Auch. ¿Ser casada te da derecho a ser cruel? -dije riendo un poco, pero, aún así, diciendolo de verdad. Me preguntaba a cuantos habia metido en la famosa friendzone o si seria algo relacionado con su poder, como las variaciones de actitud.

- Con un esposo como tú, sí. -sonrió con algo de sonrojo, feliz, luego suspiro- ¿Cuanto ha pasado? ¿Un mes?

Un año, pensé- Quizas. Ha sido un buen mes, supongo. -sonreí. 

- Ni tanto. -resopla su mecha, algo frustrada- Mi marido es un difícil. Nunca hemos hecho nada.

- ¿Eh? ¿A que te refieres? -yo sabía a que. Lo sabía perfectamente. Solo no deseaba hacerlo.

- Ahm... -se sonrojo- ...y-ya sabes. Esto y aquello, las abejitas con las flores, eso.

-Ah, sexo.- dije directamente.

Se atraganto con su jugo de sorpresa y me miro como si hubiera dicho la peor de las vulgaridades. La verdad quería ver su reacción desde que vi su vergüenza porque imaginaba que sería graciosa, asi que solo me rei.

- ¡N-no te rias! -gritó con vergüenza- E-es normal que lo quiera. Por eso me case contigo. 

- ¿Por sexo? Pervertida. -rei otro poco en broma.

Esperaba que me mirara enojada o dijera algo como "Bueno, ¡no importa! Mejor te hablo de mi quincuagésimo nuevo amigo-amorosamente-rechazado de este mes, ¡yay!", pero no. Se levanto de golpe y se acerco a mi, luego se sento a horcajadas en mi regazo y me miro a los ojos.

- No. -susurro y se acerco- Me case contigo porque te amo, ¿sabes?

Mierda, mierda y triple mierda. Esto no iría bien, para nada. No es que esto fuera raro, por eso de estar casados, ni que ella no fuese bonita pero, ¡no quería! Tan solo con besarla me hacía sentir mal, ¿que sería con algo como esto?

- Maribel, por favor, luego, quiza. Ahora me duele un poco la cabeza, y eso. -dije, siendo lo primero que se me vino a la cabeza despues de escuchar decir que las mortales siempre lo decian en estos casos.

- ¡Siempre te duele algo! -grito, frustrada, y luego me vio con ojos necesitados- Te amo, Dark. Por favor, no me hagas esperar más, ¿o acaso no soy tu esposa?

- Sí, pero... - dije, luego pensé, pensé, y pensé. Nada. No había excusa que encontrará valida para esto.

- ¿Pero que? -preguntó- ¿Es que no te gusto acaso?

- Claro que me gustas. -no era una mentira completa, me agradaba como persona.

- ¡Entonces no des tontas excusas! -gritó de nuevo, notablemente herida, luego me vio llorosa- ¿Por favor? 

Dolía ver esos ojos, dolía demasiado. Saber que ella me amaba tanto como para verme con esos ojos solo a mi, con esa calidez tan inmerecida, me hacía querer hacerla feliz pudiendola corresponder. Asi que, como otras tantas veces, decidi mandar a volar mi moral. O almenos intentarlo. Sobra decir que ya habia fallado antes con eso.

Cogi su cara con una mano, aguantando un desganado suspiro- Si en verdad lo quieres, lo haré.

- Quiero -aseguro en un susurro, cubriendo mi mano con la suya-. En verdad lo quiero.

Su voz simplemente no dejaba de hacerme sentir peor. 

Entonces rápidamente, como cuando los mortales se ponían inyecciones para evitar el dolor, la bese, intentando hacerlo lo más profundo posible para que eso solo acabara. Imaginándome en otro escenario para pasarlo, aunque ella parecía disfrutarlo.

Nos acostamos en el sofá, en ese beso tortuoso. No es que no besara bien, de hecho besaba tan bien que me hacía dudar de eso de "tú fuiste mi primero", pero solo no me gustaba. Sin embargo, tenía la sensación de que algo en mi si lo hacía y eso me hizo sentir alivio. Alivio que fue breve, de sólo un segundo, antes de sentir pánico.

De pronto, sentí mi cuerpo entumecerse y luego no sentí nada, ni siquiera el dolor habitual cuando pasaba esto. ¿Así se siente el sexo? pensé, valla estafa, y esto le gusta a la gente.

Entonces escuche un grito. Maribel. Luego una voz, una voz familiar. La voz.

Luche para salir de donde sea que estuviese metido, fue entonces que sentí el acostumbrado pero inaguantable dolor, luego escozor en la cara. Una cachetada. Otro grito. Más dolor.

Me mantuve luchando y dolía, dolía cada vez más. Desee tener algo como la calidez de los abrazos de Clarisse para ayudarme en esto, hasta que, al final, lo logre.

Yo me encontraba en el sofá con la mejilla derecha irritada. Maribel, que estaba sentada en el suelo con una buena parte de su ropa rasgada, me miraba impactada. Miedo iba y venía de esos ojos azul claro.

Finalmente, logro hablar.- Dark... -intento sonreir- ...si te gusta el sado me puedo acostumbrar, solo tenias que decirlo. -logro decir, con una voz algo temblorosa.

¿Ha dicho sado? pensé, aunque casi no preste atencion a eso porque yo sabia bien que no se relacionaba para nada con el sado lo que habia pasado.

No hable, el miedo no me dejo. Pero supongo que lo noto porque luego rio un poco, como siempre en su modo de intentar mejorar la tensión aunque aun me viera con temor- ¡H-hey! ¡Calma! No me hiciste daño, a-ademas podria decir que me gusto ese truquito tuyo de cambiar el color de tus ojos, ¿como lo hiciste? -pregunto, para incluirme en la conversación. Ella no sabia que eso mataria toda gana de charlar de inmediato. Yo no sabia ningun truco para hacer eso.

Solo sonrei falsamente- Te enseño luego, tal vez. Pero, por ahora, quisiera descansar. Puedes ir a una de tus fiestas, si quieres.

No se si fueron mis palabras, mi mirada o el miedo que ella aun parecia tener, pero no renegó. Asintió, cogio alguna sudadera del piso y se fue cubierta por ella.

- Que descanses. -sonrió, antes de cerrar la puerta e irse.

¿Descansar? Eso sería lo último que haría.

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Pasaba más tiempo, tan solo unos tres meses mortales de lo ocurrido. Algo malo parecía pasar con mi cuerpo: toda mi pierna izquierda estaba completamente inmovilizada, una pequeña parte de mi otra pierna empezó a perder movilidad y no sentía el pulgar ni el índice de mi mano izquierda. Por supuesto estaba preso en cama, pero Maribel me hacía compañía siempre que estaba en casa y me hablaba de sus recientes amistades. Ósea, siempre tenía algo nuevo que contar.

- ... y entonces yo le mostre mi anillo y puso una cara que debiste haber visto, ¡fue tan gracioso! ¡Incluso sus amigos se rieron! -rie al recordar.

- Ya lo creo, pobre chico. -riendo un poco tambien.

- Ni tanto. Es todo un casanova que se aprovecha de su estatus social -gruñe un poco al recordar y se encogió de hombros-. Pero es simpatico, al menos.

- ¿Se aprovecha de su estatus? Ya veo, asi que un rico te puso el ojo, ¿eh? -bromee.

Nego.- Un principe -dijo, orgullosa-. Muy guapo, claro. -se revoloteo el pelo fingiendo ser una de esas chicas presumidas, en broma. 

Silve en asombro.- ¿Principe? ¿Rechazaste a un principe?

Nego de nuevo.- Peor, friendzone. 

- Un principe, guapo y casanova, en la fria friendzone. Debio ser un duro golpe a su orgullo. -levante una ceja, impresionado.

- Meh, ya he rechazado a príncipes antes. Mi vida ha visto ir y venir chicos, aunque siempre son insistentes. Pero no importa -me vio y sonrío-, yo estoy felizmente casada.

Sonreí, con toda la carga de culpa que ya me estaba acostumbrando a tener por escucharla decir eso. Luego cambie el tema, como siempre.

- ¿Y te has visto con tu familia? -

- ¡Ah, si! -exclamo, parecia haber recordado algo- Con papá, te manda saludos y que te mejores. -sonrió.

- ¿Y tu hermano o... tu hermana? -solte, algo dudoso. En verdad queria saber.

Por un instante su cara parecio abatida, luego sonrio de nuevo aunque con menos animos- Ambos bien.

- Me alegro. -sonrei con sinceridad. Cada vez que escuchaba que Clarisse estaba bien me recorría una sensación de satisfacción en mi interior.

Me vio de nuevo con unos ojos algo abatidos, pero luego bostezó.- Bueno, fue agradable charlar -dijo y se recosto en la cama a mi lado-, pero estoy cansada -me dio un pequeño beso-. Buenas noches. -sonrió.

- Eh, Maribel, ¿no habiamos acordado que dormirias en el sofa? -si, se que sonaba mal. Queria ir yo al sofa pero ni Maribel ni mis extremidades me lo permitieron, asi que, por el bien de mi pie, ella tenia que ir al sofa, que no era tan incómodo igual asi que no se quejaba.

- Pues hoy no -dijo y se abrazó a mi-. Esta noche quiero dormir contigo -me vio con cierta tristeza en su sonrisa-, sin trucos.

Suspire y sonrei un poco para no hacerla sentir peor- Bien, pero cuidado con mi pierna, ¿eh?

- Tu descuida, la pateare con cuidado. -sonrió.

- Ah, me alegro que tengas cuidado al patear mi pierna. Vieras como eso me calma. -ambos reimos juntos. Era divertido estar así con ella.

La abracé, tambien. El estar abrazados era lo unico que podia hacer sin sentirme mal o culpable y, más bien, me sentia a gusto. Podía decir que sentía a mi esposa como mi hermana y no como mi amante, pero eso no se lo diria a ella.

Paso un tiempo de abrazarnos calidamente, cosa que si me dio un pequeño pinchazo de culpa, y luego nos dormimos. Era todo tan comodo y grato que no imaginaba que fuera a pasar lo que paso.

Estaba en un cuarto oscuro, no veia nada pero podia sentir lo que pasaba al rededor. Primero, yo estaba sentado en una silla algo astillada. Segundo, tenia una cadena en mi pierna izquierda, bien sujeta. Tercero, no estaba solo.

De pronto, se prendio la luz y vi a un encapuchado ante mi, que era quien había prendido la luz.

- ¿Quien eres? -mi voz se oyo como un susurro. De pronto me sentía débil.

El encapuchado no respondió, sin embargo sonrió. Una de esas sonrisas que parecía que fuese a deborarte, en el sentido literal.

Trague saliva- ¿Que hago aqui? Estaba con mi esposa y de pronto... ¿es esto un sueño o algo? -pregunte dudoso de lo que pasaba.

- Yo diría pesadilla. Para ti, por supuesto, pero llamalo como quieras -conocia esa voz, de pronto tuve miedo. Luego se acerco lento pero seguro a mi, quedando a corta distancia-. Además, no importa, ¿cierto? Igual no haras nada con ella, aunque sea tu mujer. Patético. -dijo, escupiendo lo ultimo como si yo fuera basura.

- Oiga, quien sea usted, ¿que derecho tiene a criticarme? -sonaba con algo de irritacion justificada en mi tono de voz.

Rie un poco- ¿Que mundo es este en el que no te puedes criticar a ti mismo?-

Lo mire confuso y, como respuesta a mi mirada que no vio por su capucha, se quito la prenda de la cara dejando ver algo shockeante. Era yo, con la unica diferencia de tener ojos de un color rojizo en vez de amarillos como los mios.

- ¿P-pero qué? -exclamé en un susurro sorprendido.

- Un gusto, yo. He querido hablar mucho contigo, ¿sabes?- sonrió con malicia. 

Se acerco lo suficiente a mi para abofetearme. Era sorprendente que siendo un sueño, o pesadilla, doliera como lo hizo. 

- ¡Ah! -exclame con dolor- ¿Y eso por qué fue? -lo mire entre sorprendido, irritado y temeroso.

Otro golpe, esta vez cai. El se arrodilló frente mio negando con su dedo.

- Oh no, Darkeus, ¿cuál es la ley número tres? No cuestionar, no pedir razones, ¿cierto? -dijo en tono ironico de reproche, pero con esa sonrisa maliciosa pegada a su cara- Sin embargo te lo dire, porque soy un ser piadoso -se levantó, riéndose de su propia broma a lo bajo-. He estado demasiado tiempo aquí. Encerrado. Diría que desde que cumpliste unos, ¿qué? ¿Ciento cuarenta? pero siento que sería mentirte ya que mi memoria va más atrás de eso, por lo que se siente más tiempo.

Apareció una silla a su lado y se sentó, dándome a saber que, por más que esto pareciera real, no estaba nada más allá de un sueño. Uno aterrador y, de algún modo, doloroso.

- Veamos, primero necesito un nombre para que sepas a que temes, ¿no? -se puso pensativo- Darkeus no, ese es tuyo. O nuestro, como quieras decir. Y no quiero que me digas "tú" u "otro yo", es muy corriente, ¿no crees? -pensó un momento en silencio, luego suspiró-. Esto es más difícil de lo que parece.

Solo lo veía. Aun con el miedo, me había fijado en que tenía facilidad con el habla y cierto carisma. No es por presumir pero eso me hizo saber que el podía en realidad ser otro yo, porque obviamente dudaba de su palabra hasta cierto punto.

- Primero -logre decir con algo de miedo, levantándome con cierta dificultad por mi pie aferrado al suelo-, ¿quién o... qué eres tú?

- Abajo -cadenas me aferraron al piso para parecer arrodillado ante él y me miro-. ¿Qué soy yo? -se acercó- Hmm, buena pregunta. Digamos que soy la oscuridad en tu aparente perfecto corazón. -dijo con tono burlón, luego se dio cuenta de algo y giro la cara- Hm, soy la oscuridad en tu corazón. La Oscuridad. Si, ese nombre me gusta -me vio-. Esa es tu respuesta, soy La Oscuridad.

- ¿Q-que quieres entonces? -tartamudeando un poco por la falta de aire que provoco el golpe de mi pecho contra el suelo.

- Muchas cosas -respondió directamente-. Liberación, la cosa que más quiero. Después poder, respeto y demás cosas. Ya sabes, lo típico. -se encogió de hombros.

Lo oí hablar, como alguien normal, y pensé quizá no es tan malo. Entonces decidí que quizá pudiera negociar con él, algo como el cuerpo es mío un día y al otro tuyo. Claro que algo habría que hacer para acabar con esa ira suya, pero nada que, en ese momento, pareciese imposible.

- Hey -dije al fin-, eh, yo pensaba, tal vez, podría hacer algún trato contigo, ¿qué crees?

- ¿Trato? -me vio curioso.

Asentí. - Si, algo como una semana tu tienes el cuerpo y yo la siguiente. Y así, ahm, acabar con los ataques y eso, ¿no? Incluso podríamos hacer algo con...

- Ja -solto, interumpiendo-. Ja ja... ¡Ja ja ja!

Empezó a reír, no de un modo gracioso sino más bien de uno siniestro, lo suyo parecia ser lo siniestro. Esa risa fue suficiente como no, aunque, por si fuera poco, aún faltaba.

- Abajo -las cadenas me apretaban más y solté un grito ahogado, mientras el veía a otro lado aun riendo- ¿Tú no sabes nada de ti mismo, Darkeus? -me vio, divertido- Eres el rey del engaño y la mentira, ¿te sorprende que pueda actuar tan hipócritamente como tú? ¡Pero qué cosa!

Obviamente, me ofendí.- Yo no miento.

- ¡Qué no! -exclamó riendo y empezó a contar con los dedos- El decir que quieres a tu padre y no lo odias, decir que te agrada tu madrastra frente a otros, que amas a Maribel, que te importa un bledo Clarisse, que eres más feliz que una postal de navidad en tu matrimonio y que no te duele como el demonio estar casado con la mujer equivocada... -me vio y levanto una ceja, ciertamente divertido- ... ¿sigo?

Bien, me había ganado.- Yo... lo hago para no herir a nadie.

- Aja, te creo -dijo sarcástico-. Yo, por mi lado, no soy tan lame-suelas como tú. Y quiero libertad -se acercó-. Y poder -cogió mi barbilla, viéndome a la cara, y susurro con esa sonrisa maliciosa suya-. Y la tendré, Dark, lo haré. Con tu hermosa y no apreciada esposa en ello. Yo, a diferencia de ti, si me doy cuenta de lo deseable que es. -dijo, mostrando una sonrisa lujuriosa.

- Ni muerto te dejaría. -lo mire con cierto desprecio por sus anteriores ofensas y su nueva amenaza.

Río de nuevo fuertemente, luego me vio de nuevo.

- Falta poco, muy poco. Ni siquiera la preciada aura de tu esposa te va a salvar -río otro poco-, ¿crees poder contra mí? Cuando recuperes la movilidad de tu pierna te creeré.

Vi mi pierna que desde un principio estuvo encadenada y, de pronto, comprendí todo. Aquello que tenía no era una enfermedad.

- T-tu... -solté casi como un susurro sorprendido.

- ¿Sabes? Me encantaría hablar toda la noche -dijo-. Pero una chica me espera y, de paso, una forma de demostrarte lo capaz que puedo ser de hacer lo que yo quiera. -sonrió y desapareció.

Sentí un escalofrío ante esa amenaza, justo antes de que las cadenas se hicieran fuertes. Ya no había silla. No había luz. Ahora sí estaba solo. Silencio, había un gran silencio escabroso.


De pronto, el silencio se fue y escuche un grito. Las cadenas apretaron más mi cuerpo mientras intentaba salir, sentía que perdería mis extremidades pero no importaba ahora. Maribel corría peligro de ser violada por su propio esposo.

Luche y luche, consiguiendo, en vez de éxito, un dolor insoportable.  Más gritos. Un gemido temeroso. Esta vez, no había cachetadas. Estaba seguro que él no la dejaba. La Oscuridad. El sentimiento de inutilidad de aquella vez no se le compara a nada de lo que haya sentido antes.

Luego, casi instantáneamente, el dolor paró. Abrí los ojos y me encontré encima de Maribel, que estaba llorando y viéndome con una cara que me llamaba monstruo por donde sea que la viera. Tenía roja la mejilla y un creciente hematoma en el brazo que, estaba seguro, había sido hecho por el agarre extremista de ese ser.

*¿Ves? Eso puedo hacer.*

Salí de encima de ella, aterrado por lo que veía y escuchaba. Solo me aparte de golpe y me cubrí la cara con mis manos.

- Vete -dije en un sollozo-. Por favor, vete.

No quería ver su cara, sentía como su mirada de temor cambiaba a una de preocupación. Ahora lo que menos necesitaba es sentir culpa por ver cuanto me amaba ella con o sin ataque errático.

- Darkeus... -sentí como negaba suavemente con su cabeza-... quieras o no, t-tenemos que hablar. -parecía que intentaba mantener la calma pero por el tartamudeo sabía que ella aun tenía miedo.

- Largo. -le solte de nuevo.

- Que no, Dark -parecía más confiada-, tenemos que hablar de esto. Esto es...

- ¡Dije largo!

La interrumpí y mire esta vez, dejando ver mis lágrimas. Entoces vi que, efectivamente, me miraba con una mirada preocupada y piadosa. 

- Pero...

- Mañana -solloze, interrumpiendola de nuevo-, mañana hablaremos, pero, por favor, dejame solo.

Queria decir dejame pensar, pero el solo salio casi instantaneamente. Eso quería, estar solo, quitar esa compañía innecesaria que tenia dentro de mi.

Asintió y se cubrió con una sabana al salir, esta vez no dijo buenas noches. Sabia elección, porque no iba a dormir.

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*esta parte de abajo la escribi actualmente*


¡ME HARTE! Tenia esto desde hace rato pero queria hacerlo mas grande para mostrarlo, ¡ya nada! >:c

Disfruten, espero tener la continuacion pronto... Esto es solo para que vean que NO PLANEO DEJAR MI BLOG. Ni hoy, ni nunca. Me ire de aqui cuando sepa que esta historia esta TERMINADA, con todo y sus temporadas proximas.

Se que por culpa de esto quiza ni lean el aviso anterior, pero bueh. Asi que, repito, ¡no podre estar por aqui! Estoy en proyectos, ferias, se acercan examenes, tengo una monografia que repetir y muchas cosas que estudiar... regresare muy posiblemente en vacaciones (eso si no estoy castigada, tambien) pero confio en que me dejen salir de mi castigo... a menos, claro, que crean que hacer esto es malo, lo que creo que es posible. ._. ¡De igual modo encontrare la forma! 


Para los que dejaron de leerme y de creer en que escribiria, si leen esto, perdon. No espero que vuelvan a leer con el mismo animo o que siquiera vuelvan a leer, pero si lo hacen estaria feliz de volver a escribir para ustedes.


A esos que tal vez en silencio esperaron una señal de vida de este blog y una nueva escritura, ¡muchas, pero muchas gracias! En verdad, me alegra saber que siempre hay, al menos una persona, que sigue esperando a que escriba... sino, quiza le escribo esto a nadie. Igual, gracias por si acaso.


Les agradezco todo y que hallan leido hasta aqui. Nos veremos luego... ¡CON MOAAAAAAR LOCURAS Y REMASTERIZADA, MUSHASHETOS!


Atte. Panchita (Amy)